Si pedimos a alguien que mencione un Ave María famoso casi seguro que la mayoría nombraría el archiconocido Ave María de Schubert explotado en numerosas celebraciones religiosas y a la que, en ningún momento, pretendo desprestigiar. Pero sí quisiera compartir otras pequeñas joyas que permanecen ahí brillando por sí mismas y que, aunque conocidas, no gozan del prestigio popular como la mencionada anteriormente.
Estas joyas están ahí esperando "a la inmensa minoría",aguardando pacientemente a ser descubiertas y sorprender al oyente que, voluntaria o involuntariamente, se ha topado con ellas.
Hablo de dos piezas. El Ave María del abulense Tomás Luis de Victoria (Ávila 1548- Madrid1611) y la otra de Giulio Caccini (Roma 1550-Florencia 1618).
Con respecto a este último y a su Ave María he encontrado esto que puede resultar curioso:
Anécdotas aparte, tanto la de Luis de Victoria como la de Caccini, son piezas para escucharla con tranquilidad, en silencio y abandonarse a ellas dejando que la música entre y fluya en nuestro interior.
Espero que os guste....
Vídeo 1: Tomás Luis de Victoria
Vídeo 2: Ave María Caccini:
No hay comentarios:
Publicar un comentario